Psicólogo para trastornos de personalidad en Valencia

Psicólogos para el tratamiento de los trastornos de personalidad

Todas las personas contamos con un conjunto de rasgos y cualidades que configuran nuestra forma de ser y que nos hace diferentes a los demás, un constructo que en psicología denominamos “personalidad”.

Por norma general, algunas de las características de las personas resultan claramente funcionales, mientras que otras pueden entorpecer nuestro funcionamiento a nivel individual, social o laboral.

Cuando uno de estos rasgos es muy exacerbado o se ajusta de forma muy deficiente a las diferentes situaciones sociales, podemos estar hablando de un trastorno de la personalidad.

Los trastornos de personalidad no resultan especialmente comunes, tratándose de unos patrones de conducta relativamente estables e inflexibles, presentes tanto en los pensamientos y emociones como en el comportamiento y que se alejan radicalmente de lo esperado si nos basamos en un contexto sociocultural y sociofamiliar determinado.

Los trastornos de personalidad pueden tener su edad de inicio en la niñez, pero lo más frecuente es que se inicien en la adolescencia y que acarreen un malestar significativo en la persona con este tipo de diagnóstico, que encuentra grandes dificultades en las relaciones sociales, laborales y consigo mismo.

Las investigaciones en psicología los clasifican en tres grupos según sus características, pero consultar con un psicólogo experto en trastornos de personalidad puede ser necesario para identificar adecuadamente las peculiaridades de cada uno de ellos y optar por la vía de intervención más adecuada.

En el primer grupo encontramos los trastornos de personalidad de tipo excéntrico, que se caracterizan por un patrón de pensamiento, expresión o habla y relación con otros que se aleja de la normalidad. Una persona diagnosticada con este tipo de trastorno puede comportarse de forma suspicaz o paranoide, no expresar sus emociones, tener dificultad para interactuar con otras personas o percibir el mundo de forma diferente. Dentro de esta clasificación se engloban: el trastorno paranoide de la personalidad, el trastorno esquizoide de la personalidad y el trastorno esquizotípico de la personalidad.

El segundo grupo está formado por los trastornos pertenecientes al grupo emotivo o inestable, que suelen ser proclives a violar las normas sociales, a la impulsividad, la emotividad excesiva y la dificultad de comprender sus emociones, a las rabietas y a los comportamientos autolesivos. En este segundo grupo encontramos el trastorno antisocial de la personalidad, el trastorno límite de la personalidad, el trastorno histriónico de la personalidad y el trastorno narcisista de la personalidad.

En el último grupo, el tipo ansioso, se agrupan los trastornos que producen temores anormales, excesivos o injustificados. Engloban desde rasgos como el perfeccionismo, la obstinación, el retraimiento social, la baja autoestima y la pasividad, hasta un nivel de dependencia extremo. Encontramos el trastorno de personalidad por evitación, el trastorno de la personalidad dependiente y el trastorno de la personalidad obsesivo-compulsiva.

Es muy importante entender que las personas afectadas por este tipo de patrones de personalidad no son más peligrosas o violentas que cualquier otra, al contrario de lo que las grandes producciones cinematográficas y los medios de comunicación nos han hecho creer. El mayor perjuicio que habitualmente acusan es hacia sí mismos, en forma de aislamiento, vergüenza, sentimientos de incomprensión y conductas potencialmente lesivas para su propia vida.

Actualmente, se considera que el origen de los trastornos de la personalidad no es unicausal, sino que existen múltiples factores que pueden contribuir a la aparición de este tipo de alteraciones de pensamiento y conducta.

Por tanto, la terapia psicológica unida a la medicación prescrita por un médico psiquiatra cualificado (en los casos necesarios) es la manera más efectiva para aliviar los sentimientos de culpa, desasosiego o desesperanza que pueden surgir en los afectados por este tipo de trastornos y en sus vínculos más cercanos.

En Dopsi, la función de nuestros psicólogos especializados en trastornos de personalidad es la de trabajar con el paciente y, en numerosas ocasiones, con el entorno inmediato, con el objetivo de analizar aquellos aspectos de su vida que pueden estar contribuyendo a mantener o potenciar patrones disfuncionales de pensamiento y conducta, y ayudar a reestructurar la forma de procesar la información que llega del medio, así como establecer nuevos patrones de actuación que permitan al paciente relacionarse más adecuadamente consigo mismo y con los demás.

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