Psicólogo para fracaso escolar en Valencia
El tiempo de estudio ocupa gran parte del día de un niño y un adolescente. Nuestros hijos pasan muchas horas al día en el colegio o instituto, tiempo en el que se les instruye sobre diferentes materias y contenidos con la pretensión de que los aprendizajes generados vayan más allá de la etapa escolar y puedan pervivir y ser de utilidad en la edad adulta.
España es uno de los países con mayor tasa de fracaso escolar en Europa. Podríamos hipotetizar sobre si el sistema educativo está al mismo nivel de otros países, si los colegios e institutos cuentan con los mismos recursos, o se fomenta por igual el interés, la curiosidad y las ganas de aprender en nuestros hijos que en otros lugares del mundo.
Probablemente, las causas del fracaso escolar sean múltiples y estén relacionadas en gran medida con las cuestiones arriba mentadas, pero en Dopsi, como psicólogos expertos en trabajar el fracaso escolar, nos interesamos particularmente por las variables que podemos abordar desde nuestro ámbito, como son la motivación, el rendimiento y los hábitos de estudio.
Muchos de los jóvenes confiesan que estudian para aprobar y no para aprender, lo que constituye nuestro primer “fracaso” a nivel de sociedad. El principal problema que encontramos en los niños y jóvenes actuales es una gran falta de motivación con respecto al estudio, debido a que hay un fomento pobre de su curiosidad y sus ganas de descubrir qué existe más allá de las palabras de un profesor.
A esta dificultad se suma el hecho de que muchos jóvenes se ven presionados para alcanzar un rendimiento excesivo o poco realista de acuerdo con los recursos cognitivos, de apoyo o de tiempo con que cuentan.
La presión externa puede venir por parte de padres, profesores u otros compañeros, que generan ciertas expectativas sobre la que persona “debe” alcanzar, de manera que esto puede dar lugar a una inmensa frustración, pero también a trastornos de ansiedad, crisis nerviosas, trastornos depresivos y otras alteraciones del estado del ánimo que sólo contribuyen a la generación de un bucle de pérdida de motivación y rendimiento cada vez más complicado.
En última instancia, algunos niños y adolescentes obtienen pobres resultados académicos debido no necesariamente a la ausencia de interés y motivación, sino al hecho de no contar con rutinas o hábitos de estudio adecuados que les faciliten la organización y gestión del tiempo de la forma más óptima posible.
Generalmente, en estos casos suele existir una ausencia de hábitos que se extiende más allá del terreno educativo y que puede ser de gran utilidad corregir de forma paralela.
Como hemos mencionado, las causas del fracaso escolar pueden ser muy diversas. Tradicionalmente, tanto en el ámbito escolar como en el familiar se ha intentado solucionar esta circunstancia mediante la búsqueda de clases de refuerzo, los premios a los buenos resultados y los castigos con los considerados “malos”.
Sin embargo, no conocer las razones que subyacen unos buenos o malos resultados y aplicar castigos muy estrictos probablemente no solucionará el problema, sino que únicamente contribuirá a agravarlo, e incluso podría desembocar o acentuar ciertos problemas emocionales.
En algunos casos, incluso podríamos estar pasando por alto trastornos neurológicos como la dislexia, que lógicamente estarían interfiriendo en el procesamiento y almacenamiento de la información y, por ende, en los resultados del niño o adolescente.
Con la ayuda de DOPSI y su psicólogo para fracaso escolar trataremos de descubrir el ámbito del que proviene el problema, con el objetivo de poder atajarlo con precisión de la mano de las técnicas psicológicas más efectivas y a la vanguardia.